La discapacidad debe ser
abordada desde la multidimensionalidad, que tal realidad encarna. En dicho
contexto un ámbito de reflexión privilegiado lo concluye la ética y, dentro de
esto la respectiva del conocimiento reciproco.
El presente artículo se
estructura en base a dos grandes apartados. El primero, relativo a la
comprensión de la discapacidad desde los diferentes modelos que abordan los
modos de entender este concepto. El segundo, relativo a la perspectiva del
reconocimiento desde el prisma de Honneth y su vinculación con la discapacidad,
presenta los tres estadios del reconocimiento, con sus correspondientes formas
de menosprecio. Finalmente se expone una serie de reflexiones en torno a la
necesidad de cumplir con un conjunto de exigencias que trasciende a las
prerrogativas de tipo civil y político, como también al campo de lo público
exclusivamente.
La discapacidad es un
problema referente de oportunidades, y movilidad en la sociedad de rechazo, a
la diferencia y el conocimiento con la
discapacidad como ciudadanos plenos.
Las razones que obliga a
centrar la mirada la relación entre ética, y discapacidad para desarrollar
avances de la genética. La reflexión sobre la consideración de la discapacidad
en la sociedad actúa, a la vez del reconocimiento entre seres humanos que se
caracterizan, por su diversidad, como la discapacidad. El reconocimiento es
algo hacia lo cual se orientan todos los seres humanos sin distancia alguna.
Desde lo descriptivo son
viable las innumerables dificultades con personas con discapacidad, deben
enfrentar en su proceso de integración y el reconocimiento.
1. Modelos para la
definición de la discapacidad: el médico, el social y el de la diversidad de
funcionamiento
Kottow puede
hacerse desde tres perspectivas:
La primera es la sociedad: la comprensión de la capacidad de la forma de
movilizarse en una ciudad, el código que se usa para establecer comunicación,
como la arquitectura, sus vías, su señalización, sus intérpretes y lengua de
señas. Este modelo se define como una enfermedad, lesiones u otras condiciones
con seres humanos; todo evento discapacitante tendrá un efecto sobre la
familia, la pareja, compañeros, no es la discapacidad que lo limita si no como
ella se asume de la vida diaria de las personas, como se presenta, como se
accede, y ayudas apoyos, estrategia médica, pedagógica.
La segunda perspectiva
planteada es la médica: la atención
terapéutica se orienta y se elimina el trastorno, de la enfermedad, con ayuda médica,
orientación y rehabilitación.
La tercera visión es la que
proviene del propio afectado: las circunstancias sociales, la discapacidad deja de ser negativa,
hasta un elemento positivo, como por ejemplo: la sordera, como una marcación de
cultura de señas, y cultura lingüística.
Desde esta perspectiva se ha impulsado la puesta en marcha de
acciones organizadas que buscan crear una matriz de opiniones positivas sobre
la discapacidad y toma en conciencia que la educación y la atención de las
personas afectadas a su familia es crucial. Un aspecto muy importante de los derechos
humanos fundamentalmente con los principios bioético.
La organización Mundial
de la Salud (OMS), elabora la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF, OMS,
2001). Tiene como objetivos brindar una terminología
unificada y estandarizada y una descripción de la salud, y los estados
relacionado con esta, permite analizar, la discapacidad de las personas su
contexto de vida con relación a su desempeño laboral y educativo no elimina el
concepto, de ética, de las personas trata siempre de un sujeto moran, y de
derecho.
2. Discapacidad y Reconocimiento.
¿Qué les permite a
las personas con discapacidad el respeto, a los principios, valores de justicia,
y autonomía?
Se expresa como un
logro, autorrespeto, autoestima, autorelacion, o vida, lograda. Cada una de estas exigencias,
reconocimiento corresponden a amor, derecho y eticidad o solidaridad.
Honneth adscribe a
esos tres niveles de reconocimiento que visualizara con anterioridad Hegel. “que pueden hace que los actores
sociales experimenten la realidad de un conocimiento escatimado”. En consecuencia, se requiere una
distinción sistemática entre tales expresiones, las cuales ha signado como
violencia o violación, desposesión y deshonra. Tales formas de desprecio “deben ser distinguidas mediante el
criterio de qué estadios de la autorrelación intersubjetivamente lograda de una
persona ocasionalmente lesionan o destruyen.” defenderá la tesis de que sucesos negativos como éstos “están articulados de manera mucho más
clara y, por ello, resultan más fácilmente aprehendibles que las
manifestaciones o tomas de posición positivas. La razón sistemática para este estado de cosas se encuentra en
que las actitudes a favor permanecen en general implícitas, mientras que las
actitudes en contra precisarían de la articulación precisamente porque de otro
modo no serían tenidas en cuenta.”
Igualmente, es
relevante la vinculación entre la realidad del menos precio las vivencias
afectivas de quienes la padecen, pues ciertamente experiencias como en
consecuencias impactan no solo a nivel cognitivo, sino también a nivel de los
sentimientos personales que pueden llegar a transformarse en motores para la acción
con mira a la superación de situaciones de no reconocimiento.
2.1. Reconocimiento
y discapacidad desde los tres estadios hegelianos
Estadio
1:
Forma
de reconocimiento: Amor
Forma de menosprecio: Violencia o Violación
Violencia o violocidad las relaciones afectivas más estrechas que se
despliegan en el espacio familiar fundamentalmente,
ya sean vínculos paterno/materno-filiales o de pareja; empero puede también extenderse a los nexos de amistad. El
elemento gravitante y unificador entre ellos es la presencia de «fuertes lazos
afectivos». Cuando se trata de seres cuya naturaleza muestra la necesidad de
los otros más próximos para su propio despliegue humano, hay vínculos tanto
corporal como emocional «un ser-sí-mismo en el otro», “equilibrio precario
entre autonomía y conexión”.
Identificar la denegación
de reconocimiento de experiencias de maltrato al interior de la familia.
«Maltrato» y
«violación»
Especialmente relación
con la integridad física y la esfera familiar tales:
v
Maltrato
infantil, en sus diversos tipos actualmente identificados: físico, psicológico,
sexual, negligencia.
v
Violencia
de género, una situación que afecta mayoritariamente a mujeres,
independientemente de su condición social, raza u otros rasgos de pertenencia.
v
Maltrato
hacia los adultos mayores, especialmente en sus formas de violencia psicológica
(ignorarlos, invalidar sus opiniones, etc.) y de negligencia en el cuidado que
requieren en esta etapa de sus vidas.
Teniendo en
cuenta esta experiencia fallida de reconocimiento con la realidad de la
discapacidad especialmente en lo concerniente a lo infantil, pues se ha
documentado ampliamente la vinculación, entre discapacidad, maltrato con el
riesgo de sufrir cualquier tipo de abuso con la dificultad para su detención tratamiento
oportuno en caso de discapacidad psíquica.
Adopta tres
direcciones básicas:
i) El niño/a discapacitado
como víctima del maltrato1
ii) La discapacidad como
consecuencia del maltrato infantil
ii) El discapacitado como
actor del maltrato activo y pasivo hacia otros menores
El
discapacitado como actor del maltrato
activo, y pasivo hacia otros menores. La discapacidad y maltrato, es mucho más
frecuente durante la infancia, el riesgo permanente a lo largo de la vida,
especialmente cuando se trata, de personas con discapacidad psíquica.
v
Primero,
existe un no reconocimiento de las necesidades especiales y/o mayores
requerimientos de cuidado y protección por parte de personas con discapacidad.
v
Segundo,
ligado a ello, existe un reconocimiento fallido de su condición de sujetos de
derechos, más allá de su condición de personas portadoras de una discapacidad.
v
Tercero,
en muchos casos se visualiza también un no reconocimiento específico del
derecho a la intimidad y respeto por el cuerpo de la persona con discapacidad.
Lamentablemente, “la mayor necesidad de atención en el cuidado físico o la
higiene personal de muchos de los menores con discapacidad les coloca en
situaciones propicias para el abuso sexual.”
v
Cuarto,
niños/as discapacitados/as debido a la frecuencia con que cambian de cuidadores,
lo que impide concertar un lazo emocional vital en los primeros meses y años de
vida. “la relación de amor idealmente representa una simbiosis rota por el
reconocimiento.”
v
Quinto,
experiencias de menosprecio, muchas veces se duda de sus relatos de maltrato,
ya sea por sus dificultades para comunicarse con claridad o por una actitud
previamente invalidante de su perspectiva, algo especialmente visible en casos
de discapacidad psíquica y/o cognoscitiva. “no se detecta adecuadamente, no se
denuncia todo lo que se detecta y no se trata adecuadamente todo lo que se
denuncia.”
Estadio 2
Forma
de reconocimiento: Derecho
Forma de
menosprecio: Desposesión
Marca una
distancia con el anterior los une que ambos pueden ser concebidos.
1. Como una forma de limitación violenta de
la autonomía personal.
2. Como un sentimiento de no poseer el
estatus de sujeto de interacción pleno, esto es, moralmente igual y valioso.
En relación con la
discapacidad, otras manifestaciones de reconocimiento fallido pueden ser:
v
Primero,
la existencia de un entramado legal excluyente de la diversidad, lo que redunda
en un no reconocimiento de la condición de miembros de la comunidad jurídica a
las personas con discapacidad.
v
Segundo,
ciertos impedimentos para ejercer determinados derechos producto de la
imposibilidad de manifestación clara de la voluntad.2
v
Tercero,
dificultades en el acceso a una oportuna y adecuada orientación e información
en materia legal, debido a dificultades sensoriales y motoras.
v
Cuarto,
obstáculos económicos en el acceso a patrocinio para emprender acciones legales
cuando sea necesario. Como reconoce el Banco Mundial, “las personas
discapacitadas tienden a ser las más pobres entre los pobres dentro de una
población mundial de 1,3 mil millones de personas que subsisten con menos de un
dólar diario.” (Banco Mundial, 2005).
Estadio
3
Forma
de reconocimiento: Solidaridad
Forma de menosprecio: Deshonra
Permite que
la valoración social de los seres humanos referirse de manera positiva a sus
cualidades y facultades concretas. “requiere
un médium social que pueda expresar la diferencia de cualidad entre los sujetos
humanos en una forma intersubjetivamente coaccionante.” Del prestigio y conocimiento
social, sino de un proyecto de sociedad con partido de sus integrantes, desde
un plano de las relaciones interpersonales.
Las formas de
menosprecio deshonran la integridad o injuria en relación con la dignidad y el
honor:
v
Ofensas
infundadas con publicidad
v
Falsos
testimonios
v
Algunas
formas modernas de ostracismo (por ejemplo, el exilio forzado, la pena de
extrañamiento, entre otros).
v
Impedimentos
ilegales y/o ilegítimos para participar en la vida pública (especialmente
visible en contextos dictatoriales)
Algunas
manifestaciones son:
v Primero, por medio de la construcción de
un imaginario social discriminatorio, reduccionista y muchas veces implícita o
explícitamente vejatorio sobre la discapacidad, frecuentemente como enfermedad
o como sinónimo de incapacidad, y no –por ejemplo- como diversidad de
capacidades. Reflejo de ello son consideraciones tales como: el sordo es la
persona que no habla; los discapacitados cognoscitivos y/o psíquicos son
personas de segunda categoría; los discapacitados son improductivos
económicamente hablando, sólo generan gastos.
v
Segundo,
dicho imaginario puede también encerrar una falsa integración basada en la
compasión hacia un otro que es visto como carente de capacidades.
Denominaciones tales como el pobrecito, el enfermo, el especial, el
excepcional, el anormal son ejemplo de ello.
v Tercero, existe un no reconocimiento
cuando se niega la diferencia y se erige un discurso hegemónico sobre la
normalidad, frente al cual las “desviaciones” de dicho patrón redundan en una
subvaloración social. Una persona discapacitada tiene una inteligencia o una
lengua que no es deficiente o inferior a la de la mayoría, sino simplemente
diferente.
v Cuarto, desde un enfoque como el
descrito en estos puntos, los procesos de inclusión social y laboral son
asumidos como una concesión o dádiva hacia las personas con discapacidad, pues
a pesar de que las leyes defienden sus derechos, su acogida a la sociedad será
definida, principalmente, por las creencias, representaciones y percepciones de
los diversos actores sociales involucrados.
2.2.
El enfoque de derechos humanos a la base
Es posible visualizar, al respecto una tensión y un
conflicto cultural. Desde su nacimiento, los derechos humanos han sido todo un símbolo
de una vocación universal, en pos de una vida más digna, justa e igualitaria para
todos los seres humanos.
“Ver a las personas, con discapacidad como un
sujeto, en un lugar de como un objeto supone darles acceso al beneficio, pleno
de las libertades fundamentales que la mayoría de las personas dan por
sentadas, y hacerlo de forma respetuosa y sensible a su diferencia, la dignidad
humana es la norma básica de los derechos humanos. Todo y cada uno de las
personas tiene un valor inestimable, y nadie es insignificante. Las personas
han de ser valoradas, no solo por ser útiles desde el punto de vista económica u
otro, sino por su valor intrínseco.”
“El problema de la discapacidad, se deriva de a
falta de sensibilidad, de ello sí que el estado tiene la responsabilidad de
hacer frente a los obstáculos creados, socialmente a fin de garantizar el pleno
respeto de la dignidad y la igualdad de los derechos de todas las personas.”
Esto nos lleva a
actuar a partir de una estructura normativa fundamental que señala un conjunto
de principios, a saber:
v
El
reconocimiento en el otro de la inalienable dignidad de la persona humana.
v
Todo
ser humano es persona.
v
El
hombre imprime a su existencia un carácter único, inconfundible y propio, según
su conciencia y mediante su razón y las opciones de su libertad.
Se trata de mostrar el respeto por la
diferencia de las personas con discapacidad, el modo de cotidiana, forma y
condiciones de vida del resto de la sociedad.
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